Todos los que me conocen bien saben que soy una amante de los vibradores y te soy sincera, los uso a diario en mi práctica profesional. Sí sí, como lo lees. Puede ser que te estés escandalizando o estés volviendo al encabezado de esta web para asegurarte que es de fisioterapia y no de otra cosa, pero es que no puedes imaginar el VALOR TERAPÉUTICO que puede tener un vibrador.
Y es que los vibradores son una de las herramientas más potentes que tenemos en fisioterapia de suelo pélvico, pues estos aparatillos maravillosos pueden ayudarte a reconocer, sentir y ser más consciente de tu periné, de su musculatura y de cómo está la misma. Pueden ayudarte a tonificarla o relajarla (si es el caso) y también a activar la circulación de la zona, con los beneficios que ello conlleva. Sus efectos son estupendos sobre cicatrices, para tratarlas desde el principio (porque las cicatrices SIEMPRE hay que tratarlas), sin necesidad de tocarlas directamente con las manos.
Yo, además, también los utilizo fuera del ámbito del suelo pélvico cuando atiendo a algún paciente que acude a fisioterapia general, por ejemplo, con dolor en la zona cervical y dorsal. La aplicación de la vibración junto a presión en los puntos gatillo es un arma infalible para mejorar el tono y amortiguar el dolor.
Recuerdo un día, cuando mi hijo no tenía más de dos años, que observé que cuando intentaba girar el cuello hacia la izquierda no podía y ponía cara de circunstancias. Al explorarle pude ver que efectivamente ciertos músculos de su zona cervico-dorsal no estaban respondiendo bien. Intenté ayudarle con técnicas manuales pero a causa del dolor, constantemente intentaba evitar mi tacto por lo que tuve que ser creativa. Saqué uno de mis vibradores, esté en concreto con forma de balín, y con una vibración suave y continua, le presioné en la zona afectada. Fue PURA MAGIA, al poco tiempo podía mover el cuello sin problema y apenas tenía ya dolor a la palpación.
Si acudes alguna vez a mi consulta de fisioterapia de suelo pélvico, ten por seguro que te voy a recomendar que te hagas con un vibrador. Y si vienes a fisioterapia general, seguramente también lo haré.
Sea como sea, bien por tu bienestar y salud de tu suelo pélvico, de tu sistema músculo esquelético o de tu sexualidad… ¡pon un vibrador (o varios) en tu vida!
Un deseo lleno de salud para ti.
Alicia E. C.
